COVID-19. ¿Cómo afecta la cuarentena al animal de compañía?

11 Abril, 2020

La cuarentena cambió de un día para el otro las costumbres del hogar. Esto afecta al perro y al gato, pero de manera diferente, ya que el perro es principalmente social y el gato territorial. A menudo escuchamos que el gato comparte su casa con nosotros.

Al gato le agrada la rutina y la tranquilidad, dormir, arreglarse el pelaje, trepar.... Desde hace unas semanas su mundo tal cual como era desapareció y su territorio está invadido las 24 horas del día. Por lo tanto, es importante que encuentre un lugar para apartarse, donde nadie lo moleste.

Es bueno organizar sesiones de juego de caza, pero nunca hacerlo con las manos o los pies para no estimular la agresión. Tampoco es recomendable el uso del puntero láser porque lo sobreexcita y lo frustra al no lograr alcanzar la presa.

A algunos gatos no les agradan las caricias en exceso y deben ser respetados. Otros se asustan mucho con ruidos o situaciones extrañas y el temor les impide realizar su actividad normal: comer, dormir o jugar. Si se detectan comportamientos como eliminación fuera de la bandeja sanitaria, agresividad, destructividad, lesiones por lamido, etc. es positivo consultar con el veterinario.

El perro puede disfrutar de estar más tiempo acompañado siempre que se respeten sus momentos de descanso y que los mensajes que le dan, las actividades y las rutinas se asemejen a su vida anterior.

Los gritos de los niños cuando juegan entre sí o con el perro y los juegos de lucha con el perro pueden aumentar el grado de excitación del animal y hacer que responda con un juego más rudo. Por lo tanto, siempre se debe atender la interacción del niño con el perro para evitar lesiones. También es necesario enseñarles a los niños a relacionarse adecuadamente con el perro.

Para entretener al perro durante la cuarentena, se pueden implementar rutinas de juego que estimulen la exploración o juegos con una pelota. Si el piso es liso (sin alfombra), se debe tener precaución ya que se puede resbalar y lastimar.

También es posible enseñarle a través del juego a sentarse, dar la mano, echarse, arrastrarse cuerpo a tierra, saltar por un aro, pasar por debajo de un túnel improvisado con una silla tapada por una frazada. Siempre con paciencia y con refuerzos positivos (usar un premio como recompensa). Esto lo mantendrá ocupado y el hecho de estar concentrado en algo diferente ayuda al perro a relajarse y facilita el descanso. Además, los niños también disfrutan cuando juegan para adiestrarlo. 

Respecto del perro que no tolera permanecer sin compañía, el hecho de que ahora permanezca constantemente acompañado puede llevar a que, cuando la vida vuelva a la normalidad, al quedar solo por largos períodos, evidencie comportamientos indeseables como ladridos, destructividad, eliminación en lugares no permitidos. El tenedor pocas veces consulta por esto con el veterinario; suele hacerlo solo si recibe quejas de los vecinos cuando, en realidad, debería consultar lo antes posible porque el perro está sufriendo y necesita ayuda. Por lo tanto, durante la cuarentena, es importante que el perro, aunque esté acompañado, permanezca aislado en ciertos momentos del día. También es útil ofrecerle actividades placenteras, como juegos de exploración y de búsqueda escondiendo alimento o el juguete preferido, o brindarle algún elemento para que muerda.

Colaboración de Silvia I. N. Vai  MN 5282
M. V., Especialista en Etología Clínica, perros y gatos
Especialista en Clínica Médica de pequeños animales

Más artículos