Covid-19: ¿Pasear o no pasear? esa es la cuestión

En el caso del perro, los paseos son necesarios ya que muchos no orinan o defecan dentro de la casa.

Durante la cuarentena, las caminatas deben ser cortas, con collar o pretal y correa. Se deben realizar tres o cuatro veces por día, evitando las plazas y los parques, y en los horarios en que circula poca gente, manteniendo la distancia recomendada y sin tomar contacto con otros.

Si el perro responde, por ejemplo, al comando de sentarse y esperar, se le puede pedir que lo haga antes de extender la correa para permitirle explorar más libremente el entorno.

Hay que levantar las heces y rociar agua con lavandina sobre el lugar donde eliminó.

Al regresar al hogar, deben mantenerse buenas medidas de higiene: limpiar el hocico y las almohadillas plantares sólo con agua y jabón, ya que otros productos pueden lesionar la piel, y es necesario secar bien entre los dedos con toallitas de papel. Asimismo, se deben asear todos los elementos de paseo. La cama, los juguetes, el comedero y el bebedero también deben limpiarse frecuentemente. El tenedor debe lavarse bien las manos con agua y jabón tantas veces como fuera necesario.

Es positivo destinar un lugar en la casa para que orine o defeque, esto hace que no necesite esperar la llegada de su tenedor o la salida de la casa, si necesita hacerlo.

Respecto del gato, aunque esté habituado a salir, es recomendable que en esta etapa permanezca dentro del hogar.

Por lo general, los gatos disponen de una bandeja con piedras sanitarias, que debe estar ubicada en un lugar tranquilo, con poco movimiento y sin ruidos. Las heces se deben levantar una vez que el gato se haya retirado del lugar. La renovación total de las piedras y la higiene de la bandeja se hará con mayor o menor frecuencia según necesidad.

Es importante recordar que al gato le agrada el orden y la limpieza. Por este motivo, si la bandeja está sucia, elegirá otro lugar (que seguramente estará limpio), lo que generará problemas de convivencia.