USO APROPIADO DEL REFUERZO POSITIVO ALIMENTICIO
Dra. Marina Snitcofsky
Compartimos el artíuclo de la Dra. Marina Snitcofsky, veterinaria y doctora en Cs. Veterinarias por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA; y actual embajadora profesional de Mars Waltham; quien comparte pautas para el manejo comportamental de animales de compañía durante la cuarentena.
El aislamiento social preventivo al cual la mayoría de las familias se ven sometidas durante la pandemia de COVID-19 también tiene consecuencias sobre los animales de compañía con quienes conviven.
A continuación se resumen las modificaciones en la expresión de algunos patrones de comportamiento, y las correspondientes recomendaciones de manejo comportamental, así como las pautas de prevención de problemas de comportamiento que pudieran surgir como consecuencia de la cuarentena y la hiper-convivencia con los propietarios.
CANINOS
En el caso de los caninos, podemos observar las siguientes situaciones, que requieren tomar medidas de prevención y manejo apropiadas para evitar problemas de comportamiento futuros:
El comportamiento exploratorio es un patrón con motivación propia, es decir, que el animal tiene la necesidad de expresar de manera cotidiana, y durante toda la vida. Se incrementa su expresión ante la novedad, es por eso que los caninos se muestran más interesados en explorar sitios u objetos novedosos. Los perros exploran su entorno con todos los sentidos, siendo por supuesto el olfato el más desarrollado en esta tarea, pero también la vista y el oído, prestando interés a estímulos visuales y auditivos, y utilizando tanto la boca como las patas para asir y manipular objetos, así como para explorarlos de manera gustativa y táctil.
Para estimular la expresión del patrón de comportamiento exploratorio, en ausencia de salidas frecuentes o prolongadas al exterior de la vivienda, podemos utilizar juguetes y objetos apropiados, teniendo en cuenta cinco conceptos clave:
Durante el confinamiento, es necesario suplir, aunque por supuesto sólo se logrará en parte, la actividad física ejercida durante los paseos en el exterior de la vivienda. Estas salidas implican en los caninos la expresión del patrón de comportamiento exploratorio, como ya fue mencionado, combinado con el patrón cinético que se expresa a través de distintos actos motores (caminar, correr, excavar o rascar el suelo, saltar, etc). La disminución o falta de actividad física no sólo trae aparejada una predisposición al sobrepeso producto del sedentarismo, sino que, en animales con cierta predisposición individual, puede también puede fomentar la aparición de cuadros de ansiedad.
Una manera de lograr que el perro realice cierto ejercicio físico dentro de la vivienda es fomentar el comportamiento lúdico a través del juego social interactivo, con algún juguete u objeto apropiado, estimulando el juego de buscar y traer, con las siguientes recomendaciones:
Los perros pertenecen a una especie gregaria, y requieren vivir en grupo y mantener relaciones afiliativas con los miembros de su grupo. Muchas veces durante los paseos en el exterior, los individuos más sociables suelen acercarse e interactuar con otros caninos, e incluso con otras personas con las cuales se encuentran. Durante el aislamiento social preventivo se recomienda mantener la distancia social incluso entre congéneres caninos, por lo cual circunstancialmente no debe estimularse el contacto estrecho con otros perros durante las salidas breves que se realicen.
Es factible que los perros habituados a pasear en grupo, o a pasar parte de sus paseos en un canil interactuando con otros perros, padezcan este déficit durante la cuarentena. Sin embargo, en los perros adultos, la socialización puede retomarse sin problemas una vez finalizado el aislamiento, sin mayores consecuencias. En cambio, en cachorros en su período sensible de socialización o en perros juveniles, este período de aislamiento social supone un desafío aun mayor, para evitar problemas de falta de socialización futuros. Si bien es imposible suplir los contactos sociales homo y heteroespecíficos, se puede morigerar esta falta de contactos sociales si al menos durante las salidas breves los cachorros o juveniles tienen contacto visual y olfativo a distancia tanto con otros perros como con personas.
La mayor parte de los perros adultos están habituados a eliminar exclusivamente fuera de la vivienda. En muchos casos, por la situación de la cuarentena, no están pudiendo salir al exterior, o bien lo hacen con una frecuencia mucho menor a la habitual. En otros, aún cuando los propietarios los sacan algunas veces en el día, solamente pueden llevarlos a las inmediaciones de la vivienda, cuando anteriormente estaban acostumbrados a eliminar luego de recorrida cierta distancia, o exclusivamente en un parque o plaza. Es posible intentar modificar circunstancialmente los hábitos de eliminación, teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
La recomendación para evitar la demanda excesiva de atención es ignorar al animal cuando está solicitando atención (ladrando, gimiendo, rascando, tocando con la pata o el hocico, etc) y, en cambio, brindarle atención a través de interacciones positivas y controladas (juego estructurado, caricias, palbras gratificantes) cuando no lo esté solicitando.
Al contrario que en el caso anterior, en ocasiones cuando las personas están trabajando en sus hogares (teletrabajo, etc) y no pueden atender las demandas de atención del perro, éste puede frustrarse y manifestar signos como agresión, destructividad, vocalización excesiva, actividades de sustitución (auto lamido excesivo, persecución de la cola), etc. La recomendación en estos casos es utilizar juguetes (especialmente con auto-recompensa, huesos, mordillos, juegos de estímulo cognitivo, etc) que al perro le resulten novedosos (ya sea porque son juguetes u objetos nuevos, o porque hace mucho tiempo no los tenía al alcance) para brindárselos antes de involucrarse en la actividad laboral, de manera de estimular su atención, la actividad exploratoria y lúdica. Asimismo, se insta a que los propietarios incluyan dentro de sus rutinas diarias algunos momentos para dedicarlos a la interacción positiva y controlada con el perro. Es más útil si son varias sesiones breves a lo largo del día (por ej: cada dos horas de trabajo, un corte de 10 minutos para interactuar con el perro, llamándolo, practicando obediencia básica, jugando, acariciándolo, etc.)
La convivencia estrecha y permanente durante la cuarentena puede fomentar un aumento de la relación de apego con alguno o con varios miembros del grupo. Los perros con hiperapego buscan mantener el contacto permanente con su figura de apego, ya sea de manera física (estando todo el tiempo con contacto permanente con su cuerpo, por ej acostándose sobre sus pies, apoyando el mentón en las piernas, subiéndose en el regazo, etc) o aunque sea de manera visual, persiguiendo a la persona por toda la vivienda (incluso entrando al baño) para no perderla de vista. En la mayoría de los casos el hiperapego es recíproco, y también es el propietario el que está pendiente de manera permanente del perro, buscándolo, llamándolo o acariciándolo todo el día. Esta conducta de búsqueda permanente de contacto puede ser molesta, pero sobre todo se relaciona con el punto que se desarrollará a continuación, por lo que se recomienda no reforzar el hiperapego. Para esto, debe iniciarse un proceso de desapego, que comprende:
La hiperconvivencia y el hiperapego acaecidos durante la cuarentena, pueden predisponer (en caninos susceptibles según su genética y las experiencias tempranas en su vida) a cuadros de ansiedad ante la ausencia de la figura de apego, una vez se retorne a las rutinas laborales y de salidas habituales de los propietarios.
Los problemas relacionados con la separación, como el trastorno de ansiedad por separación, cursan con crisis agudas de ansiedad en ausencia figura de apego y pueden expresarse con:
Para prevenir la aparición de trastornos como la ansiedad por separación, se recomienda:
En ocasiones, la cuarentena y su consecuente alteración de las rutinas, puede traer aparejados cambios en el manejo del canino, permitiéndole por ejemplo dormir en la cama con los dueños, comer junto a los propietarios o recibir restos de comida de la mesa, etc. Estos privilegios pueden suscitar manifestaciones de agresión de tipo competitiva o jerárquica y, por lo tanto, se desaconsejan.
Para mantener una adecuada jerarquización del perro, se indica:
Durante la pandemia se prevé las salidas breves y de poco recorrido en las inmediaciones de la vivienda, para que el perro pueda orinar y defecar en el exterior, y se recomienda que al reingresar a la vivienda se higienicen las patas y el hocico con agua y jabón. Esta maniobra de manipulación de las patas o el hocico puede acarrear en algunos perros una reacción defensiva, de agresión irritativa. Las patas y el hocico son zonas sensibles y, si el perro no estaba habituado a la manipulación, o si existe cierta inestabilidad jerárquica (ver punto anterior), puede no tolerar esta maniobra y exhibir amenaza (gruñidos, mostrar los dientes, mirada y postura amenazante) o incluso consumar la agresión con mordida.
En perros con trastornos de comportamiento que manifiestan agresividad, deberá realizarse la consulta con el veterinario especialista para determinar el diagnóstico e instaurar el correspondiente tratamiento. Mientras tanto, se recomienda evitar la manipulación de las patas y poner en práctica las siguientes pautas:
Dra. Marina Snitcofsky,
Diplomada en Etología por el CLEVe.
Especialista en Etología por el CPMV.
Magíster en Psiconeuroinmunoendocrinologia por la Univ. Favaloro.
Magíster en Ciencia y Bienestar de Animales de Laboratorio por la Univ. Autónoma de Barcelona.
Mail: [email protected]
Web: www.marinasnitcofsky.com.ar
Dra. Marina Snitcofsky
Presentamos la 7º Ed de la Revista Praxis con ISSN Nº 3008-7449
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